Hace diez meses, el 29 de junio pasado, se nos reveló una profecía en Ardéche, Francia; al preguntar qué es lo que teníamos que hacer para crear el milagro que revierta la sexta extinción masiva y, por lo tanto, preservar la vida de los seres humanos en la tierra. La respuesta fue que teníamos que ser y no hacer nada.
Hemos conservado en nosotros el mensaje que conlleva la profecía de Ardéche y nos hemos dejado guiar por éste en nuestras vida; incluso se ha convertido en nuestro lema: "Ser, sin hacer nada".
Estamos maravillados al ver cómo la profecía de Ardéche se ha materializado y aquí se las compartimos, tal y como fue escrita el 2 de agosto de 2019.
La humanidad, a través de su historia, ha buscado satisfacer sus necesidades y para tales efectos, ha encontrado diversas formas de organización, las cuales han evolucionado conforme a las regiones, idiosincrasia y religiones.
El sistema capitalista que hoy nos rige, es insostenible y no es sustentable ya que los recursos y los bienes son finitos por naturaleza y los deseos de las personas son insaciables y por lo tanto, infinitos por la ambición que los genera.
Esto nos ha llevado a una crisis de la mayor gravedad, que ya causó la extinción de diversos seres vivos y recientemente, ha dado inicio al proceso de extinción de la vida humana tal y como la conocemos en este planeta, que por cierto, no es nuestro.
La solución está en ti y en cada uno de nosotros. No vendrá de los Gobiernos, de las empresas, de la sociedad civil, de los demás, ya que todos ellos requieren de nosotros.
La solución está en ti y basta con que quieras ser para lograr el milagro.
No se te pide mucho para restablecer el orden y contribuir a la preservación de la vida humana en este planeta, lo único que necesitas es ser y no hacer nada.
Así es, lo único que necesitas es ser y no hacer nada.
Deja de razonar, deja de pensar, deja de hacer, deja de esforzarte, deja de ir a trabajar, deja ir a la escuela, deja de consumir, deja de codiciar, deja de usar, deja de pretender, deja de aspirar, deja de hacer todo lo que estás haciendo.
Recuerda quién eres, regresa a tu interior para ser quien estás destinado a ser por el simple hecho de ser tu mismo, sin que haya necesidad de que hagas nada para nadie.
Así es, solo basta que seas tú mismo.
No hacer nada implica ciertamente que dejes muchas cosas que has aprendido a disfrutar y que te gustan.
Al no hacer nada, te vas a liberar de todas estas necesidades creadas que te has y te han creado.
Al no hacer nada, dejarás de consumir y te liberará de la necesidad de “generar” riqueza y con ello, te liberarás de las cargas impuestas por un sistema que aparentemente funciona para todos, pero en realidad nos está matando.
Al no hacer nada, podrás ser y desarrollarte plenamente, creando y co-creando con todos y por todos.
Al ser vas a satisfacer todas tus necesidades y te darás cuenta que no son tantas.
Al ser, te cuidarás a ti, a los tuyos, a todas tus relaciones y a los que no pueden cuidarse a sí mismos.
Ciertos servicios que todos necesitamos deberán ser puestos a disposición de toda la humanidad, y cuidados y conservados por todos; siempre y cuando se justifique su necesidad y se pongan a disposición para uso de todos.
Al ser y no hacer nada, cometeremos el acto más radical de amor propio y colapsaremos el sistema actual que nos rige y controla para poder vivir bajo un nuevo sistema en el que todos seamos uno mismo, sin necesidad de hacer nada para ello.
Crea un mundo en el que compartas todo lo que necesites, erradicando el consumismo; en el que todo sea invaluable y por ende, nada tenga precio; en el que todos ganemos y ya no existan perdedores; en el que cada quién sea libre de hacer lo que quiera, sin ataduras; en el que los seres humanos seamos sin hacer nada.
Yo lo creo
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